"Luis es un niño inquieto y muy risueño. Todos los días
estudia y hace los deberes, ya que es un niño muy responsable.
Como cada mañana, se despertó a las nueve. Esa mañana iba a
ser muy diferente a todas las
demás…. ¡Despierta Luis, vas a llegar
tarde si no te das prisa!
Luis todavía con mucho sueño salió de la cama de un brinco,
se vistió y bajó a desayunar.
-Buenos días mamá. ¿Qué hay hoy para desayunar?
-Zumo de naranja y leche con cereales –dijo su
madre.
-¡Uuum qué rico mamá! – respondió Luis.
-Date prisa cariño o llegarás tarde.
Luis se puso a desayunar, pero de
repente se dio cuenta de algo que haría diferente aquella mañana…
- ¡Oh no!, ¡Se me ha olvidado
hacer la redacción de lengua sobre la
obra de teatro que fuimos a ver la semana pasada! – se dijo para sí mismo-. ¿Qué
puedo hacer? Si mamá se entera me regañará…
-¡Luissssssssssss! ¡Que llegas
tarde! –Dijo su madre un poco alterada.
Luis cogió su mochila y se fue al
colegio pensando en qué podía hacer para que la maestra no le pusiese un
negativo por no hacer los deberes. Al final tomó la decisión de no decir la
verdad, como eran muchos en clase al pasar lista diría que sí los tenía hechos
pero luego no le tocaría a él leerla… o eso creía él.
La primera hora fue transcurriendo
y todo salía a pedir de boca. María fue la encargada de leer su redacción.
La obra trataba sobre una niña de
once años muy muy alta que vivía en una ciudad muy parecida a la nuestra.
Todos los días los niños se reían de ella porque era tan alta que para entrar
por las puertas de colegio tenía que agacharse. Los médicos decían que era
normal, no había nada anómalo en aquella exagerada altura.
Pero… ¿Por qué sus padres eran de tamaño
normal y ella era tan alta? – Se preguntaba la niña cada día.
Un día
descubrió que en su casa había unas
fotos de un hombre y una mujer de unos 30 años tan altos como ella…"
De repente, la maestra dijo: ¡Luis, el final lo cuentas tú!
El final de la historia lo cuentas tú. ¿Qué pasará?
¿Contará Luis la verdad? ¿Será regañado por la maestra?¿Será capaz de finalizar
la historia sin que la maestra se dé cuenta? ¿Pasará algo que impida que
continúe?, ¿o quizás pasará algún hecho mágico?... Escribe tu final en el apartado de
comentarios. ¡Puede ser tan maravilloso, imaginario e increíble como tú elijas!
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